Juegos OlĆmpicos MĆ©xico '68

El gran evento inicia el 12 de Octubre de 1963, los mexicanos llegan a la ciudad de Baden-Baden en Alemania para la 60° sesión del ComitĆ© OlĆmpico internacional. HabĆa cuatro paĆses con la esperanza de ser la sede para los juegos de la XIX Olimpiada.
MĆ©xico quedó con 30 votaciones, Detroit con 14, Francia con 12 y Argentina con 2. Esa decisión los mexicanos estallaron en aplausos y gritos de alegrĆa. Hubo muchas reacciones alrededor del mundo ya que no creĆan que MĆ©xico podrĆa crear un evento de esa magnitud y por la altitud, entre otras cosas.
La realización de los Juegos OlĆmpicos en 1968 en la ciudad de MĆ©xico, marcó el estreno de AmĆ©rica Latina como sede de la competición.
Desde que MƩxico fue seleccionado comenzaron todos los preparativos para este magno evento.
El reto en 1968 no era deportivo: para MĆ©xico el reto era organizar la OlimpĆada.
Arq. Pedro RamĆrez VĆ”zquez

Las olimpiadas de MĆ©xico '68 fueron un evento muy polĆ©mico en el paĆs. AquĆ te mostramos mĆ”s información sobre ello.
Inauguración
El sĆ”bado 12 de Octubre de 1968, miles de personas se dieron cita en el Estadio OlĆmpico Universitario para presenciar la ceremonia de inauguración de los Juegos OlĆmpicos, el pĆŗblico se estremeció cuando una fanfarria de cuarenta trompetas se escuchó, despuĆ©s el Himno Nacional Mexicano comenzó a entonarse. Un enorme globo de los cinco aros olĆmpicos comenzó a elevarse por las alturas hasta perderse en las montaƱas.
El tradicional desfile de las 112 naciones participantes en ese aƱo, comenzó con la delegación de Grecia en un marco de armonĆa proporcionado por el fondo musical de 300 profesores. Todos los paĆses citados para esta justa deportiva marcharon portando su respectiva bandera, al final de todos ellos, apareció el contingente mexicano.
Una vez que todas las naciones se encontraban en el centro del estadio, el Arq. Pedro RamĆrez VĆ”zquez y Avery Brundage enunciaron unas breves palabras de salutación, pasado el medio dĆa, el Presidente Gustavo DĆaz Ordaz ubicado en el palco de Honor del Estadio OlĆmpico Universitario, realizó una breve declaratoria ante los espectadores allĆ presentes y los televidentes a nivel mundial: āDeclaro inaugurados los Juegos OlĆmpicos de MĆ©xico, que conmemoran la Decimonovena OlimpĆada de la Era Modernaā.
DespuĆ©s el ambiente se llenó de mĆŗsica de antiguos instrumentos mexicanos (teponaxties y chirimĆas) como fondo rĆtmico para el enorme caracol que anunciaba la llegada de la Flama OlĆmpica proveniente de una ceremonia realizada en Teotihuacan (vĆ©ase recorrido de la Antorcha), Enriqueta Basilio de Sotelo, medallista olĆmpica y atleta mexicana, la Ćŗltima relevo de la antorcha y la primera mujer en encender el pebetero, entró corriendo al estadio, recorrió la pista de atletismo, subió la alfombrada escalinata que la conducĆa hasta el pebetero en lo mas alto de estadio, levantó la antorcha en medio de una ovación ensordecedora y la dirigió hacia los cuatro puntos cardinales en saludo a todo el mundo, para despuĆ©s encender el pebetero olĆmpico.

Clausura

En la tarde del domingo 27 de Octubre de 1968, se retiraron del Estadio OlĆmpico los obstĆ”culos que habĆan servido para la prueba ecuestre del Premio de Naciones, en la pista, aparecieron seis representantes de cada nación participante agrupados de diez en diez. El contingente mexicano apareció vestido de blanco en congruencia con el concepto medular de los Juegos para MĆ©xico āBrindamos y deseamos la amistad de todos los pueblos de la Tierraā
Cuando cesó el estruendo de aplausos y alaridos, Avery Brundage, desde el centro del campo, exclamó en un espaƱol matizado del acento inglĆ©s:āDeclaro terminados los juegos de la XIX Olimpiada e invito a la juventud del mundo a reunirse, en cuatro aƱos, en Munich, para la celebración de los Juegos de la XX OlimpĆada.ā
Mientras retumbaban los caƱones y las luces se apagaban, los reflectores iluminaban el pendón olĆmpico que era bajado de su elevada asta, las luces acompaƱaron la bandera olĆmpica mientras se retiraba del estadio, al salir de Ć©ste, el estadio quedó a oscuras y la flama olĆmpica comenzó a apargse lentamente, en el tablero electrónico la palabra MĆ©xico 68 se desvaneció mostrando la frase Munich 72.